El escritor y su diario. Páginas que escribe sin querer o queriendo escribirlas. En cada frase delimita su imaginación a determinadas formas de realidad y narrativa.
Hace unas semanas descubrí uno de tantos programas diseñados para escritores y me propuse empezar un diario, con la intención de hacer mas fluida mi escritura, sin expectativas o pretensiones. Escribir por el placer de escribir.
Ha sido una de las mejores decisiones que he tomado desde que inicié mi aventura editorial. Escribir por placer es un arte perdido que te ayuda a recuperar tu esencia creativa. Me hace recordar las libretas forradas de tela que solía llevar a la escuela, las mismas que terminaban rayadas con pluma negra. Letras y emociones que me daban la sensación de que me dedicaría algún día a escribir.
Sentada frente a una página en blanco, de papel o digital, es como un nuevo comienzo. El diario, para un escritor, es la promesa de una página en blanco.
Día 1. La primera entrada.
Para empezar un diario no se requiere saber de lo que se va a escribir, se escribe porque es requerido para la mente del creativo despejar las ideas que se le acumulan al dormir. Son ideas muy diversas, las hay irrelevantes como “las 100 maneras en las que puedes doblar una hoja de papel” y también se cuelan algunas que van a cambiar el rumbo de tu vida.
Como saber cual es la idea mas valiosa es siempre un misterio, porque nada ha ocurrido en la vida diaria del escritor, todo es una acumulación de ideas que esperan ser llevadas a algo mas que polvo imaginario.
El día de hoy inicio un diario en esta maravillosa y recomendada aplicación llamada “Wavemaker”. Es la primera aplicación que uso, diseñada para escritores. Espero que el uso continuo de esta práctica me haga sentir mas cómoda con este nuevo arquetipo escritor. Por el momento, la tipografía con la que se escribe este diario parece salida de un libro publicado (eso ayuda a mantener la motivación), al parecer, es una de las características que hace que no te vuelvas loco tratando de hacer que el texto se lea “bonito”.
El hecho de que estas páginas sean de diario también le dan un toque de simplicidad a mi escritura. Las letras vuelan en el teclado sin juzgar lo que se esta escribiendo, porque este texto es solo para mi, para mi práctica de alquimia narrativa.